Norte América

Llegamos a Whistler ya de noche, pero con la gran alegría de haber podido finalmente ver Osos.. Allí descansaríamos un par de días antes de iniciar nuestra penúltima y última etapa de este fascinante viaje. Antes no pude resistirme a patinar un rato en el skate park del pueblo.

Como penúltima etapa y despedida de Whistler, no podíamos hacer otra cosa que probar la estación de ski más famosa del mundo. A pesar de ya ser mes de Mayo y por tanto al borde del verano , se puede practicar snowboard debido a su glaciar de Blackcomp. Además por estas fechas subir a las pistas se hace muchisimo mas barato , aunque obviamente la calidad de la nieve no es la misma, igualmente merece la pena deslizarse por sus pistas por estas fechas.


Allí nos acompañarian varios amigos de Maro , lo que hizo todavía mas agradable la jornada. A pesar de encontrase muchas de las pistas cerradas , las principales estaban abiertas , y era suficiente para poder divertirse en la nieve. Me sorprendió la calidad de las pistas y la cantidad de zonas de freestlyle que había. Las bajadas son largisimas e ideales para perfeccionar tu snow rápidamente. Seria una despedida por todo lo alto de Whistler , pero todavía quedaba parte de esta penúltima etapa, ya que ese mismo día nos dirigíamos a Vancouver, donde finalmente acababa nuestro viaje en Van por Norteamerica...

Tras despedirme de los compis de piso de Maro , cogimos la van y emprendimos nuestros últimos kilómetros con la furgo.






A Vancouver llegaríamos ya de noche, fuimos directos a la playa , donde Lindsay nos esperaba con sus amigos bajo la luz de una hoguera. Tras pasar un rato por allí y apreciar la belleza de la ciudad por la noche , nos fuimos a descansar , ya que todavía nos esperaba una ultima dura jornada en bicicleta por las calles de Vancouver, mas un posterior trecking por la montaña. Nuestro paseo triunfal al mas puro estilo del tour, el giro o la vuelta...

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